miércoles, 17 de diciembre de 2008

FUNCIONES DE LA PUBLICIDAD


La publicidad genera muchas reacciones en las personas que lo observan, si bien es cierto que la empresa lo que busca es vender y ser reconocida en el mercado, esta suele ser en la mayoría de los caso realmente agresiva, puesto que sus clientes se ven en la necesidad de comprar, combinando sus formas de vida con el producto que adquieren.
Estas acciones propias de la publicidad presentan como principal inconveniente la influencia que ejercen en nuestra imagen de la vida ideal. Así, la sociedad occidental tiende a confundir los mensajes emitidos en los anuncios con la realidad, y busca la perfección a través de la semejanza con el mundo que muestra la publicidad.
Existe gran variedad en sus funciones que la publicidad pueda proporcionar, aca mencionaremos tal vez las principales a tener en cuenta:
  • Económica: incentiva el consumo para que la cada vez mayor producción que genera la innovación tecnológica sea absorbida.
  • Sustitutiva: en lugar del objeto real, muestra un mensaje sobre sus características.
  • Financiadora: los ingresos publicitarios ayudan o incluso costean por completo los gastos generados anteriormente.
  • Estereotipada: la publicidad influye en la homogeneización de los gustos del consumidor.
  • Eliminadora de problemas: generalmente, la publicidad presenta un mundo alegre y situaciones exóticas que hacen olvidar los problemas de la vida real.
  • Creativa: los anuncios publicitarios se han convertido en una vertiente más de la creación artística, especialmente en televisión, donde varios directores de cine han desarrollado una labor creativa muy importante e, incluso, se han instituido prestigiosos premios.

REFERENCIA: http://www.hiru.com/es/komunikabideak/komunikabideak_02500.html


INFORMACION COMERCIAL


Se puede decir que la información comercial es el resultado de una ivestigación interna de la empresa, el cual encierra: descripción del producto o servicio que ofrecen, condiciones de trabajo, organización de la empresa, áreas existentes en la empresa, descripción de sus materias primas adjuntando sus distribuidores de las mismas. Investigación externa, ofrece el analisis de sus mercados de venta, clientes objetivos, competencia directa e indirecta y muchas más que favorescan al desarrollo apropiado de la empresa. Es un Briefing en realidad (descipción de la empresa, sus producto o servicios, etc..), el cual apoyará al surgimiento del mismo.


jueves, 11 de diciembre de 2008

VARIABLES DE LA PLANIFICACIÓN EN COMUNICACIÓN

La planeación consiste en elaborar por anticipado las metas y los objetivos que se quieren cumplir y además defina las tácticas para llegar allí, por lo cual es considerado el modelo teórico para actuar en el futuro.
Para clarificar la función que cumple la planeación dentro del proceso administrativo, hay que tener claro que ella determina:
a. A donde se pretende llegar.
b. Que debe hacerse.
c. Como debe hacerse.
d. Cuando debe hacerse y
e. En que orden.
CLASES DE PLANIFICACIÓN
  1. La planeación táctica, suele llamarse media, se da en directivos medios. La planeación táctica presenta características de ser un proceso continuo y permanente, orientado al futuro cercano, racionalizar la toma de decisiones, determinar cursos de acción, es sistémica ya que es una totalidad formada por el sistema y subsistemas, visto desde un punto de vista sistémico.
  2. La planeación normativa, se refiere a la conformación de normas, políticas y reglas establecidas para el funcionamiento de una organización.
  3. La planificación estratégica es planificación a largo plazo que enfoca a la organización como un todo. Muy vinculados al concepto de planificación estratégica se encuentran los siguientes conceptos: a) estrategia, b) administración estratégica, c) cómo formular una estrategia.
  4. La planificación operativa consiste en formular planes a corto plazo que pongan de relieve las diversas partes de la organización. Se utiliza para describir lo que las diversas partes de la organización deben hacer para que la empresa tenga éxito a corto plazo. Según Wilburg Jiménez Castro la planificación puede clasificarse, según sus propósitos en tres tipos fundamentales no excluyentes, que son: a) Planificación Operativa, b) Planificación Económica y Social, c) Planificación Física o Territorial. Según el período que abarque puede ser: a) de corto plazo, b) de Mediano plazo, c) de largo plazo.
  5. "Planificación Económica y Social: puede definirse como el inventario de recursos y necesidades y la determinación de metas y de programas que han de ordenar esos recursos para atender dichas necesidades, atinentes al desarrollo económico y al mejoramiento social del país.
  6. Planificación Física o Territorial
  7. Planificación de corto plazo: el período que cubre es de un año.
  8. Planificación de mediano plazo: el período que cubre es más de un año y menos de cinco.
  9. Planificación de largo plazo: el período que cubre es de más de cinco años" (W. Jiménez C., 1982).

VARIABLES:

  1. Variable para la adaptación y el orden :Como quedó dicho, este grupo de definiciones hace hincapié en la relación entre estímulos comunicativos y determinadas respuestas esperadas, sin indagar en qué es lo que ocurre en medio de estos procesos. Responde a los modelos conductistas y unidireccionales de la comunicación.
  2. Variable para el equilibrio :De acuerdo a esta perspectiva, resulta central la relación con el medio ambiente o entorno y, por ende, la organización resulta ser emisor y recolector de información sobre una multiplicidad de fuerzas (internas y externas) interactuantes.
  3. Variable para transformar :Este tercer conjunto, entiende a la comunicación de manera dinámica, valorizando la capacidad dialéctica tanto de emisores como receptores para transformar el mundo y tender hacia el desarrollo humano integral. Por eso, partimos de las concepciones que a partir de una década del ’60 signada por los principios desarrollistas, indican los caminos de la discusión en planificación de la comunicación.
  4. Variables sicológicas :Motivación en los empleados de la empresa.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

PLAN DE MEDIOS Y CULTURA EMPRESARIAL

I.- Plan de medios

Es una parte del Plan de Publicidad (desarrollado en base a objetivos del marketing aplicado en la empresa) que tiene como fin exposición cuantificable y medible del alcance, frecuencia y presupuesto de una canpaña publicitaria, delimitado a cierto periódo de tiempo.

Factores que afectan a la elección de medios:

a.- Factores de Marketing:
  • La población objetivo.
  • El producto.
  • La zona geográfica.
  • La distribución o intermediarios.

b.- Factores de orden publicitario

  • Naturaleza del objetivo publicitario.
  • Naturaleza del mensaje publicitario.
  • Audiencia de los medios.
  • Selectividad de los medios.
  • Medios empleados por la competencia.
  • Época del año.
  • Flexibilidad de los medios.

Medios: se refiere al contexto donde el mensaje publicitario aparece La planeación de medios tiene como finalidad maximizar la efectividad del mensaje publicitario, poniéndolo dentro de vehículos publicitarios, los cuales tienen que estar mi mercado menta dentro de la audiencia de dichos vehículos.

Hoy en día podemos tener presencia en gran variedad de canales que influyen de alguna u otra forma en los consumidores. Aquí existe una ventaja inmensa pero también el riesgo de extraviarse y no llegar nunca al objetivo, pues aunque actualmente la mayoría de las personas están expuestas a prácticamente todos los medios interactivos, digitales y tradicionales, no lo están en la misma medida, ni al mismo tiempo, ni de la misma forma. Por ello, y tan sólo para comenzar, es necesario tener en cuenta cinco importantes factores al planear una campaña: perfil, contexto, estacionalidad, negociación y medición.

II.- Cultura Empresarial

La cultura empresarial es lo que identifica la forma de ser de un empresa y se manifiesta en las formas de actuación ante los problemas y oportunidades de gestión y adaptación a los cambios y requerimientos de orden exterior e interior, que son interiorizados en forma de creencias y talantes colectivos que se trasmiten y se enseñan a los nuevos miembros como una manera de pensar, vivir y actuar.

PRINCIPIOS BÁSICOS

El sentido del Propósito es perdurable en el tiempo y tiene que plantear una aspiración que de sentido a la empresa y/u organización. Tanto en la realidad actual como, sobre todo, en la futura. Para orientar nuestras acciones hacia ese Propósito, necesitaremos fijar un hito que, siendo también el norte a largo plazo, nos emplace en términos mas concretos de tiempo y forma. Es por esto que debemos formular La Misión

La Misión recoge de forma sintetizada los objetivos de orden superior. Traduce la abstracción de la filosofía incluida en El Propósito en un proyecto tangible y activador que hace avanzar a la organización y centra sus esfuerzos. Constituye al mismo tiempo la expresión sincera y sentida de los deseos íntimos que las personas buscan en su trabajo

Los valores constituyen el núcleo de toda cultura empresarial ya que aportan un sentido de dirección común a todas las personas que componen la empresa y unas líneas directrices a su labor diaria. Los valores en los que se participa definen el carácter fundamental de la organización y crean un sentido de identidad en ella.

Las Políticas Generales concretan las líneas globales de actuación de la Empresa en diversos ámbitos, normalmente relacionados con los Sistemas de Gestión.
Estas Políticas persiguen alcanzar los Objetivos Básicos asumiendo los contenidos formulados en la Misión a través de la aplicación de las líneas directrices de la gestión estratégica y constituyen nuestra respuesta al reto competitivo del futuro

IMAGEN ACTITUD



DEFINICIÓN:

Tiene que ver con la actitud a la que hace refenrencia la empresa. Esta empresas por su eslogan podemos ver una actitud avasallante, ya que sin ella “el mundo no tendría sabor”.



Para Marion, la imagen es "la construcción forjada por un grupo de individuos, los cuales comparten un proceso común de representación." Este autor se apoya en la psicología social cognitiva europea y tiene como base el concepto de representación social.

La representación mental, en la memoria colectiva, de un estereotipo o conjunto significativo de atributos, capaces de influir en los comportamiento y modificarlos". Este autor tiene como referencia la teoría psicológica de la percepción de la Gestalt y el modelo de comunicación de Shannon y toma como punto de partida el concepto gestáltico de la percepción.

Características de la imagen-actitud.
Podemos señalar brevemente los componentes de la imagen-actitud:
a) El componente cognitivo: es como se percibe una organización. Son los pensamientos, creencias e ideas que tenemos sobre ella. Es el componente reflexivo.
b) El componente emocional: Son lo sentimientos que provoca una organización al ser percibida. Pueden ser emociones de simpatía, rechazo, etc.
Es el componente irracional.
c) El componente Conductual: Es la predisposición a actuar de una manera determinada ante una organización. Es el componente cognitivo.

El proceso de formación de la imagen-actitud

Enrico Cheli expone muy sucintamente el proceso de formación. La imagen se formaría en dos niveles: en un nivel subjetivo, por todas las experiencias más o menos directas que el sujeto a tenido con la entidad, y en un nivel social, por toda la información indirecta de la entidad que circula a nivel interpersonal o de los medios de comunicación. Para éste autor hay una interacción entre cinco factores que dan lugar a la imagen:

- La historia de la empresa si se conoce.
- Lo que la organización a comunicado intencionalmente.
- Lo que la organización ha comunicado sin intensión.
- Lo que otras empresas han dicho o escrito sobre la empresa.
- Lo que dicen de la empresa aquellas personas con algún grado de influencia.

A su vez, existirían tres fuentes primarias de comunicación que intervienen en la formación de la imagen:

a) La organización en si misma.
b) Los medios de comunicación
c) Los sujetos externos (asociaciones, movimientos de opinión).

Entre los pocos trabajos dedicados a la investigación de la formación de la imagen de la empresa llevados a cabo con una cierta profundidad podemos citar los de Joan Costa, quien hace un análisis de la imagen de la empresa desde la perspectiva de la teoría psicológica de la Gestalt y la teoría matemática de la información de Shannon, centrándose en los procesos de transmisión de la empresa y la percepción de los mensajes de parte del individuo. Desde ésta perspectiva, para éste autor, la imagen se configura en la mente del receptor como una Gestalt, resultado de un proceso acumulativo de información que es fragmentario (se recibe en parte) y discontinuo ( se recibe en diferentes momentos temporales).
Existirían dos modos de comunicación por parte de la organización, el modo directos, a través de todo lo que la empresa hace, y el modo indirecto, a través de todo lo que la empresa dice que hace.

Todo lo que la empresa comunica se transmitiría a través de tres campos mediaticos : a) el área de telecomunicaciones de la empresa; b) el área de interacciones sociales; y c) el área de las experiencias personales.

Una vez que los mensajes de la empresa han llegado al receptor, se produce en éste diversas reacciones, que van desde la atención y exposición selectiva, pasando por la percepción y recepción selectiva y la memorización y olvido selectivos de la información, que dará como resultado el estereotipo o imagen acumulada, que originará unas actitudes, opiniones y en definitiva una conducta con respecto a la organización.

IMAGEN ICONO

DEFINICIÓN:


Otra de las concepciones actuales es la de que la imagen es una representación Icónica de un objeto', que se percibe por los sentidos.Moles:, señala que la imagen es "un soporte de la comunicación visual que materializa un fragmento del mundo perceptivo" o sea "lo que se ve" de una empresa o de una persona.
En el campo de la empresa esta noción se pone de manifiesto en el estudio de todo lo relacionado con los elementos de su identidad visual: el símbolo, el logotipo y la tipografía corporativa, los colores corporativos. También en la aplicación de la identidad visual a través del diseño gráfico, audiovisual, industrial, ambiental, arquitectónico. La imagen englobaría tanto el icono como a los contenidos simbólicos que de él se desprenden.
Así, Pedro Sempere define la imagen corporativa como el "el conjunto de los aspectos gráficos, señalíticos y sígnicos que dan comunicación de la identidad de la marca o de una compañía en todas sus manifestaciones". Y Joan Costa habla de imágenes materiales, y las opone a las imágenes mentales, basándose en la Teoría de la Imagen de A. Moles.
La imagen-icono es pues, una imagen material. En cuanto existe en el mundo físico de los objetos y es el resultado de la acción del artista o el diseñador. El proceso de captación de la realidad por parte de los individuos se pondrían de manifiesto otros procesos diferentes: el de la percepción de los objetos a través de los sentidos, la selección de la información, la jerarquizaron y la integración de la misma en un todo.
Así pues, con todo este proceso el sujeto hace una valoración del objeto, le da forma, podríamos hablar de una doble construcción de la imagen mental de los iconos de una empresa:

a) Por una parte, la construcción que hace quien elabora la imagen material (El emisor)
b) Por otra parte, la construcción que hace quien mira la imagen material ( el receptor), que hace una interpretación de la interpretación realizada por el diseñador.
Tal vez por otra parte las direcciones de internet pueda ayudar en algo en la investigación de esta misma definición, para lo cual compartire algunas páginas para que puedan visitarlas:

A mi parecer lo que pudiera decir sobre la definición de Imagen Icono; es que primero la imagen es sinónimo de pocisionamiento asi sea de forma física-personal como tamién a nivel de empresa, es necesario para ello llevar acabo una serie de acciones que puedan fortalecer la presencia de la imagen, es como cuando uno se hace un corte de cabello y se compra ropa adecuada que nos haga sentir bien con nosotros mismos y ante la mirada de los demás, algo similar ocurre con la imagen de una empresa el cual necesita incurcionar en el fortalecimiento del mismo, dando pie a promocionar sus productos con diferentes campañas y confeccionando nuevos diseños de comunicación interna o externa, así como también dandole presencia a sus productos con nuevos diseños que sean apreciadas y admiradas por los consumidores. En cuanto a lo que es un ícono, vamos a encontrar que es una pequeña imagen representativa o como en su mayoría de casos solemos comentar sobre los símbolos que se presentan en nuestra vida cotidiana, no lo niego lo vemos en todos lados y a cada instante, un ejemplo claro es que cuando uno de nosotros prende una computadora en el escritorio aparece íconos que representan la opcion que deseamos elegir tales como: MI PC, MIS SITIOS RED, PAPELERA DE RECICLAJE, INTERNET EXPLORER,ETC..

En otras palabras diremos que la imagen es representada por el ícono. Y no olvidemos algo que para poder obtener una buena imagen es necesario combinar dos puntos a favor: Identidad + comunicación.

LA TERCERA OLA - TOFFLER, Alvin.1980

RESUMEN
"En una época en que los terroristas practican juegos de muerte con rehenes; cuando las monedas se desploman entre rumores de una Tercera Guerra Mundial, arden las Embajadas y tropas de asalto bollan el suelo de numerosos países, nosotros contemplamos, horrorizados, los titulares de los periódicos. El precio del oro ese sensible barómetro del miedo bate todos los récords. Tiemblan los Bancos. La inflación se dispara, incontrolada. Y los Gobiernos del mundo quedan reducidos a la parálisis o la imbecilidad".
"La tercera ola es para los que creen que la historia humana, lejos de concluir, no ha hecho sino empezar".

Una nueva civilización está emergiendo en nuestras vidas, y hombres ciegos están intentando en todas partes sofocarla.
Tratamos de encontrar palabras para describir toda la fuerza y el alcance de este extraordinario cambio. Algunos hablan de una emergente Era espacial, Era de la información, Era electrónica o Aldea global. Zbigniew Brzezinski nos ha dicho que nos hallamos ante una “era tecnetrónica”. El sociólogo Daniel Bell describe el advenimiento de una “sociedad postindustrial”. Los futuristas soviéticos hablan de la RCT, la “revolución cientificotecnológica”. Yo mismo he escrito extensamente sobre el advenimiento de una “sociedad superindustrial”. Pero ninguno de estos términos, incluido el mío, es adecuado.
Algunas de estas expresiones, al centrarse en un único factor, reducen más que amplían nuestra comprensión.
Esperan confiadamente que el futuro sea una continuación del presente.

Este pensamiento lineal adopta varios aspectos. En un nivel se presenta como una presunción no sometida a examen que subyace a las decisiones de hombres de negocios, maestros, padres y políticos. En un nivel más sofisticado, aparece envuelto en estadísticas, datos computadorizados y jerga de pronosticadores. En ambos casos contribuye a una visión de un mundo futuro que es, esencialmente, “más de lo mismo”, industrialismo de la segunda ola mayor aún y extendido sobre una mayor superficie del Planeta.

Si la sociedad del mañana es, simplemente, una versión ampliada como en cinerama del presente, no necesitamos hacer gran cosa para prepararnos para ella. Si, por el contrario, la sociedad se halla inevitablemente abocada a la destrucción dentro del plazo de nuestras vidas, nada podemos hacer al respecto.
Ambas formas de contemplar el futuro engendran privatismo e inactividad. Ambas nos petrifican en la inacción.

Pero no es suficiente decir que los cambios a que nos enfrentamos serán revolucionarios. Antes de poder controlarlos o canalizarlos, necesitamos una nueva forma de identificarlos y analizarlos. Sin ello, estamos irremisiblemente perdidos.
Un nuevo y eficaz enfoque podría denominarse “análisis de oleaje”. Conside­ra la Historia como una sucesión de encrespadas olas de cambio y pregunta adonde nos lleva la línea de avance de cada ola. Centra nuestra atención no tanto en las continuidades de la Historia (importantes como son) cuanto en las discontinuidades... las innovaciones y puntos de ruptura. Identifica las pautas fundamentales de cambio a medida que van surgiendo, de que podemos influir sobre ellas.

Comenzando con la sencilla idea de que el nacimiento de la agricultura constituyó el primer punto de inflexión en el desarrollo social humano y de que la revolución industrial formó la segunda gran innovación, contempla cada una de ellas no como un acontecimiento instantáneo, sino como una ola de cambio desplazándose a una determinada velocidad.
Antes de la primera ola de cambio, la mayoría de los humanos vivían en grupos pequeños y, a menudo, migratorios, y se alimentaban de la caza, la pesca o la cría de rebaños. En algún momento, hace aproximadamente diez milenios, se inició la revolución agrícola y se difundió lentamente por el Planeta, exten­diendo poblados, asentamientos, tierra cultivada y una nueva forma de vida.
Siempre que una ola de cambio predomina en una determinada sociedad, es relativamente fácil columbrar la pauta del desarrollo futuro. Escritores, artistas, periodistas y otros descubren la “ola del futuro”.

Así, en la Europa del siglo XIX, muchos pensadores, empresarios, políticos y gente corriente tenían una imagen clara y básicamente correcta del futuro. Percibían que la Historia caminaba hacia el triunfo final del industrialismo sobre la agricultura premecanizada y previeron, con notable exactitud, muchos de los cambios que traería consigo la segunda ola: tecnologías más poderosas, ciudades más grandes, transporte más rápido, educación en masa, etc.
Como veremos, la cuestión política fundamental no es quién controla los últimos días de la sociedad industrial, sino quién configura la nueva civilización que está surgiendo rápidamente para remplazaría.

Los más urgentes problemas del mundo —alimentación, energía, control de armamentos, población, pobreza, recursos, ecología, clima, los problemas de los ancianos, el derrumbamiento de la comunidad urbana, la necesidad de un trabajo productivo y remunerador— no pueden resolverse ya dentro de la estructura del orden industrial.

Este conflicto es la “superlucha” por el mañana.Esta confrontación entre los intereses de la segunda ola y las gentes de la tercera ola atraviesa ya como una comente eléctrica la vida política de todas las naciones.

Las llamadas sociedades primiti­vas, que vivían en pequeñas bandas y tribus y subsistían mediante la caza o la pesca, eran las que habían sido dejadas de lado por la revolución agrícola.
Por el contrario, el mundo “civilizado” estaba constituido por aquella parte del Planeta en que la mayoría de la gente cultivaba el suelo. Pues dondequiera que surgió la agricultura, echó raíces la civilización. Desde China y la India hasta Benin y México, en Grecia y en Roma, las civilizaciones nacieron y murieron, lucharon y se fundieron en interminable y policroma mezcla.
Al extenderse a través de varias sociedades, la segunda ola encendió una sangrienta y prolongada guerra entre los defensores del pasado agrícola y los partidarios del futuro industrial. Las fuerzas de la primera y la segunda ola chocaron frontalmente, apañando a un lado y, a menudo, diezmando a los pueblos “agrícolas” que encontraban en su camino.

El prerrequisito de cualquier civilización, vieja o nueva, es la energía. Las sociedades de la primera ola obtenían su energía de “baterías vivientes” potencia muscular animal y humana o del sol, el viento y el agua. Los bosques eran talados para tener leña con que preparar la comida y calentarse. Ruedas accionadas por corrientes de agua o por la fuerza de las mareas hacían girar piedras de molino. Los molinos de viento rechinaban en los campos. Los animales arrastraban el arado.
Paralelamente al salto a un nuevo sistema de energía, se produjo un gigantesco avance en el campo de la tecnología. Las sociedades de la primera ola habían descansado en lo que hace dos mil años llamó Vitruvio “invenciones necesarias”. Pero esas primitivas cabrias y cuñas, catapultas, lagares, palancas y grúas fueron utilizadas principalmente para amplificar los músculos humanos o animales.La segunda ola llevó la tecnología a un nivel completamente nuevo.
La distribución individual dejó paso a la distribución en masa y la comerciali­zación en masa, que se convirtieron en elemento componente de todas las sociedades industriales tan familiar y fundamental como la máquina misma.

La llamada familia nuclear padre, madre y unos pocos hijos, sin parientes molestos se convirtió en el modelo “moderno” standard, socialmente aproba­do, de todas las sociedades industriales, tanto capitalistas como socialistas. Incluso en Japón, donde el culto a los antepasados otorgaba a los ancianos un papel excepcionalmente importante, la gran familia multigeneracional, estrecha mente unida, empezó a derrumbarse a medida que avanzaba la segunda ola.

Construida sobre el modelo de la fábrica, la educación general enseñaba los fundamentos de la lectura, la escritura y la aritmética, un poco de Historia y otras materias. Esto era el “programa descubierto”. Pero bajo él existía un “programa encubierto” o invisible, que era mucho más elemental.

Así, pues, a partir de mediados del siglo XIX, mientras la segunda ola se extendía por un país tras otro, asistimos a una incesante progresión educacional: los niños empezaban a asistir a la escuela cada vez a menor edad, el curso esco­lar se iba haciendo cada vez más largo (en los Estados Unidos aumentó en un 35% entre 1878 y 1956), y el número de años de educación obligatoria creció irresistiblemente.

En todas las sociedades de la segunda ola surgió una institución que amplió el control social de las dos primeras. Fue la invención conocida con el nombre de corporación. Hasta entonces, la típica empresa comercial había sido propiedad de un individuo, una familia o una asociación. Las corporaciones existían, pero eran sumamente raras.

La segunda ola, al avanzar sobre un país tras otro, destruyó este monopolio de las comunicaciones. No ocurrió esto porque los ricos y poderosos se volvieran súbitamente altruistas, sino porque la tecnología de la segunda ola y la producción en serie de las fábricas necesitaban movimientos masivos de información, que los viejos canales no podían ya manejar.
La información necesaria para la producción económica en las sociedades primitivas y en las de la primera ola es relativamente sencilla, y en general, se puede obtener de alguien cercano. Su forma es principalmente oral o gesticular. Por el contrario, las economías de la segunda ola requerían la estrecha coordinación de un trabajo realizado en muchos lugares. No sólo materias primas, sino también grandes cantidades de información debían ser producidas y cuidadosamente distribuidas.

De la segunda ola, todos los países se apresuraron a crear un servicio postal. La oficina de Correos fue un invento tan imaginativo y socialmente útil como lo fueron la desmotadora de algodón o la máquina de hilar, y, en un grado hoy olvidado, despertó un arrebatado entusiasmo. El orador norteamericano Edward Everett declaró: “No puedo por menos de considerar la oficina de Correos, junta al cristianismo, como el brazo derecho de nuestra moderna civilización.”

La segunda ola, como una reacción nuclear en cadena, separó violenta­mente dos aspectos de nuestras vidas que siempre, hasta entonces, habían sido uno solo. Al hacerlo, introdujo una gigantesca e invisible cuña en nuestra economía, nuestras mentes e incluso en nuestra personalidad sexual.A un nivel, la revolución industrial creó un sistema social maravillosamen­te integrado, con sus propias tecnologías distintivas, sus propias institucio­nes sociales y sus propios canales de información, todos ellos perfecta­mente ensamblados entre sí.

Las consecuencias de esta fisión fueron trascendentales. Aun ahora se nos hace difícil comprenderlas. En primer lugar, la plaza del mercado antes fenómeno secundario y periférico penetró en el vórtice mismo de la vida. La economía se “mercatizó”. Y esto sucedió tanto en las economías industriales capitalistas como en las socialistas.Los economistas occidentales tienden a considerar el mercado como un hecho puramente capitalista y utilizan a menudo el término como si fuese sinónimo de “economía de beneficio”. Sin embargo, según todo lo que sabemos de la Historia, el intercambio y, por consiguiente, la plaza de mercado surgió antes que el beneficio e independientemente de él. Pues el mercado, estrictamen­te hablando, no es más que una red de intercambio, un cuadro de distribución, como si dijéramos, a través del cual bienes o servicios, como mensajes, son encauzados a sus debidos destinos. No se trata de algo intrínsecamente capitalista.

Finalmente, la misma gigantesca cuña que separó al productor del consumidor en las sociedades de la segunda ola, separó también el trabajo en dos clases. Esto ejerció un enorme impacto sobre la vida familiar, sobre los papeles sexuales y sobre nuestras vidas interiores en cuanto individuos.

Toda civilización tiene un código oculto, un conjunto de reglas o princi­pios que presiden todas sus actividades y las impregnan de un repetido diseño. Al extenderse el industrialismo por el Planeta, se hizo visible su diseño oculto. Se componía de seis principios interrelacionados que programaban el comporta­miento de millones de personas. Surgidos naturalmente del divorcio entre producción y consumo, estos principios afectaron a todos los aspectos de la vida, desde el sexo y las diversiones, hasta el trabajo y la guerra.

El más conocido de estos principios de la segunda ola es la uniformización. Todo el mundo sabe que las sociedades industriales crean millones de productos idénticos.

Vail uniformó no sólo el aparato telefónico individual y todos sus componen­tes, sino también los procedimientos comerciales y la administración. En un anuncio publicitario de 1908, justificó su absorción de pequeñas compañías telefónicas argumentando en favor de “una cámara de compensación uniformizadora” que proporcionaría economía en la “construcción de equipo, líneas e instalaciones, así como en los métodos de funcionamiento y servicios legales”, por no mencionar “un sistema uniforme de administración y contabilidad”. Lo que Vail comprendió es que para triunfar en el entorno de la segunda ola había que uniformizar el “material intelectual” es decir, procedimientos y sistemas administrativos , juntamente con el material físico.

Un segundo gran principio impregnó el funcionamiento de todas las sociedades de la segunda ola: la especialización. Cuanta más diversidad elimina­ba la segunda ola en materia de idioma, ocio y estilo de vida, más diversidad se necesitaba en la esfera del trabajo. Acelerando la división del trabajo, la segunda ola sustituyó al campesino más o menos habilidoso por el especialista concien­zudo y el obrero que solamente realizaba una tarea repetida hasta el infinito a la manera preconizada por Taylor.

El auge del mercado dio origen a otra regla de la civilización de la segunda ola: el principio de concentración.
Las sociedades de la primera ola vivían de fuentes muy dispersas de energía. Las sociedades de la segunda ola se hicieron casi por completo dependientes de depósitos altamente concentrados de combustible fósil.

Pero la segunda ola no concentró solamente la energía. Concentró también la población, desplazando los habitantes de las zonas rurales y reinstalándolos en centros urbanos gigantescos. Concentró incluso el trabajo.

La escisión provocada entre producción y consumo creó también en todas las sociedades de la segunda ola un caso de “macrofilia” obsesiva, una especie de apasionamiento tejano por las grandes dimensiones y el desarrollo. Si era cierto que series mayores de producción en la fábrica determinarían costes unitarios más bajos, entonces, por analogía, los aumentos de escala producirían también economías en otras actividades. “Grande” se convirtió en sinónimo de “eficiente”, y la maximización se transformó en el quinto principio funda­mental.

Los Gobiernos de la segunda ola se lanzaron en todo el mundo a una ciega carrera por aumentar a toda costa el PNB, maximizando el “crecimiento” aun a riesgo de un desastre ecológico y social. El principio macrofílico estaba tan profundamente arraigado en la mentalidad industrial, que nada parecía más razonable. La maximización si situó junto a la uniformización, la especialización y las otras normas industriales fundamentales.

Finalmente, todas las naciones industriales convirtieron la centralización en un bello arte. Si bien la Iglesia y muchos gobernantes de la primera ola sabían perfectamente cómo centralizar el poder, actuaban con sociedades mucho menos complejas y eran toscos aficionados en comparación con los hombres y mujeres que centralizaban las sociedades industriales a partir de su misma base.

Como hemos visto, el industrialismo disgregó la sociedad en miles de partes entrelazadas, fábricas, iglesias, escuelas, sindicatos, cárceles, hospitales, etc. Rompió la línea de mando entre iglesia, Estado e individuo. Rompió el conocimiento en disciplinas especializadas. Fragmentó los trabajos. Rompió las familias en unidades más pequeñas. Al hacerlo, fraccionó en mil pedazos la vida y la cultura de la comunidad.

Integrar un solo negocio, o incluso una industria entera, era simplemen­te, una pequeña parte de lo que había que hacer. Como hemos visto, la moderna sociedad industrial desarrolló gran número de organizaciones, desde sindicatos y asociaciones empresariales, hasta iglesias, escuelas, clínicas y grupos recreati­vos, todos los cuales debían funcionar dentro de un marco de reglas previsibles. Se necesitaban leyes. Por encima de todo, la infosfera, la sociosfera y la tecnosfera debían alinearse una junto a otra.

Los hombres de negocios, intelectuales y revolucionarios del primer período industrial, estaban virtualmente hipnotizados por la maquinaria. Se sentían fascinados por las máquinas de vapor, relojes, telares, bombas y pistones, y construyeron innumerables analogías basadas en las sencillas tecnologías mecanicistas de su tiempo. No fue casualidad que hombres como Benjamín Franklin y Thomas Jefferson fueran científicos e inventores, además de revolucionarios políticos.
Nacido de los sueños liberadores de los revolucionarios de la segunda ola, el Gobierno representativo constituyó un extraordinario avance con respecto a anteriores sistemas de poder, un triunfo tecnológico más sorprenden­te aún, a su manera, que la máquina de vapor o el aeroplano.
El Gobierno representativo hizo posible una ordenada sucesión sin la existencia de dinastía hereditaria. Abrió canales de comunicación entre las capas superiores y las inferiores de la sociedad. Proporcionó el terreno en que podrían reconciliarse pacíficamente las diferencias entre los distintos grupos.

Antes de que la segunda ola empezara a recorrer Europa, la mayor parte de las regiones del mundo no estaban aún consolidadas como naciones, sino que se hallaban organizadas, más bien, en una mezcolanza de tribus, clanes, ducados, principados, reinos y otras unidades más o menos locales.

Al tratar de extender su mercado y su actividad política, los Gobiernos tropezaron con límites exteriores: diferencias idiomáticas, barreras culturales, sociales, geográficas y estratégicas. Los medios de transporte y de comunicación existentes y los recursos energéticos, la productividad de su tecnología, todo ello establecía límites a la amplitud del área que podía ser eficazmente gobernada por una sola estructura política. La sofisticación de los procedimientos contables, los controles presupuestarios y las técnicas de administración determinaban tam­bién el ámbito al que podía llegar la integración política.

Ninguna civilización se extiende sin conflicto. Antes de que pasara mucho tiempo, la civilización de la segunda ola desencadenó un masivo ataque contra el mundo de la primera ola, triunfó e impuso su voluntad sobre millones, y finalmente miles de millones, de seres humanos.

El estímulo para crear este mercado mundial integrado se basaba en la idea —que tuvo en David Ricardo, su mejor formulador— de que la división del trabajo debía aplicarse a las naciones, además, de a los obreros.

Nadie conoce con detalle qué es lo que nos reserva el futuro ni qué será lo que mejor funcione en una sociedad de la tercera ola. Por esta razón, debemos pensar no en una única y masiva reorganización ni en un solo cambio revolucionario y cataclísmico impuesto desde arriba, sino en miles de experimentos conscientes y descentralizados que nos permitan probar nuevos mode­los de proceso decisional a niveles locales y regionales, antes de su aplicación a niveles nacionales y transnacionales.
Pero, al mismo tiempo, debemos empezar también a crear un organismo para una similar experimentación y radicalmente nueva configuración a niveles asimismo nacionales y transnacionales. Los generalizados sentimientos de desilusión, irritación y amargura contra los Gobiernos de la segunda ola pueden ser, o bien excitados hasta un fanático frenesí por demagogos deseosos de la implantación de regímenes autoritarios, o movilizados para el proceso de reconstrucción democrática.
"Como la generación de los revolucionarios puros, nosotros tenemos un destino que crear".


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EN CONCLUSION PODEMOS DAR MENCION A LA EVOLUCIÓN DE UN MUNDO QUE CON CON EL PASAR DEL TIEMPO SE VA VER OPACADA POR LA TECNOLOGÍA UNA ERA DONDE EL HOMBRE SERÁ EL ESCLAVO Y LAS MÁQUINAS LOS JEFES.EN EL ÁREA INDUSTRIAL, EN EL MUNDO DONDE LAS COMUNICACIONES CORPORATIVAS SERÁN CUESTION DE TECNOLOPODER.MIENTRAS MAS TECNOLOGÍA TENGAS, MÁS PODER TENDRÁS...SOCIEDAD Y SUCIEDAD TECNOLOGICA COMUNICACIONAL.